Experto medioambiental explica la importancia de analizar y atender los riesgos asociados al uso de insumos que puedan perjudicar el entorno y a las personas.
En agosto de 2021, el Ministerio de Minería presentó la nueva Política Nacional Minera 2050 para posicionar a Chile en la correcta gestión de sus recursos y el medioambiente. El objetivo es, concretar una minería sustentable por medio de la eliminación de relaves críticos a 2030 y la no superación del 5% de agua continental de las aguas totales utilizadas por la industria al 2040. ¿El plan? Trabajar con proyectos determinantes y cuyas medidas apunten específicamente a la carbono neutralidad y la economía circular.
Para el biólogo de la Universidad de Chile, Leonardo Curotto, uno de los aspectos cruciales para una minería sustentable se relaciona al tratamiento cada vez más reducido de sustancias peligrosas, haciendo de éstas un uso racional y buscando alternativas de productos que tengan un menor impacto medioambiental comparado en materias de generación de gases de efecto invernadero, consumo de agua, electricidad y generación de residuos.
“Desde la mirada de los materiales peligrosos, una minería sustentable contempla operaciones que han analizado los riesgos asociados al uso de estos insumos, catastrando aquellas sustancias que puedan perjudicar el entorno y las personas que gestionan el ciclo de vida de estos materiales; adquisición, almacenamiento, manejo, transporte y disposición final”, señala el experto.
Curotto, también gerente de Desarrollo de Proyectos de Arrigoni Ambiental, empresa reconocida con el “Premio Compromiso con la Sustentabilidad” por la Asociación de Empresas Familiares de Chile (AEF), añade que “la industria minera debe orientar sus esfuerzos asegurando recursos, planes y equipamiento adecuados para eliminar los posibles daños derivados del uso de las sustancias peligrosas y planes de acción para responder en caso de una emergencia o accidente”.
En Chile, la normativa vigente contenida en los DS 43 y DS 148 establece las condiciones sanitarias de almacenamiento, manejo y transporte mínimas dictadas por la autoridad legislativa. “Su cumplimiento, además de obligatorio, es trascendental; por eso el mercado local dispone de servicios que responden a variables operacionales propias del ambiente minero”, explica el ejecutivo de Arrigoni Ambiental, compañía que ofrece una gama de soluciones, entre ellas bodegas modulares i+d, estructuras metálicas que incluso resisten dos horas de fuego en caso de incendio.
“Arrigoni Ambiental tiene la capacidad de responder a desafíos propios de cada industria, poniendo a disposición un equipo de ingeniería con enfoque en innovación, para diseñar y fabricar soluciones novedosas y eficientes para adecuarse a cada operación, mejorando de esta forma los indicadores de desempeño en temas de seguridad y sustentabilidad”, complementa el profesional.
